La clandestinidad de las sombras

La tela de su falda revoloteaba ayudada por la brisa marina y al darle la espalda a las luces de algunas pequeñas farolas, aquella tela se convirtió en un tapiz transparente bajo el que se dibujaba perfectamente el contorno de su cuerpo.

Relato de la doncella

Vivía hace mucho tiempo en una aldea perdida en un valle remoto, una joven de hermosura sin par; dicha joven era la pasión de todos los mozos en edad casadera, incluso los mejores partidos de la aldea se habrían emparejado con ella con sólo desearlo, pero la joven que se sabía muy hermosa tenía grandes planes para su futuro.

Roces

Un simple roce te hace contener el aliento, durante un instante en que notas como el tiempo se frena mientras, en tu cabeza, una alarma silenciosa te arranca extrañas vibraciones que intentas comprender.
Dos piernas que se rozan son un momento del inicio de la serie de relatos Julia.

Luna de agosto

Decidí dejarme llevar, para qué engañarme, me gustaba aquello, en el fondo lo esperaba, desde que recibí su llamada invitándome a la fiesta, tras casi tres meses sin vernos, y a pesar de lo formal de la invitación, el tono de su voz recalcó de una forma especial cuando se despidió con “Ya conoces la casa, así que no te perderás”.

El VI Mandamiento

Un relato erótico entre el frío y el calor. Cuando abría los ojos, veía mi rostro reflejado en el cristal del vagón y me sostenía la mirada a mí misma. En el reflejo de mi rostro pude ver mi excitación en mis propios ojos, mis gestos más incontrolables, aquellos que no puedes controlar y que delatan tu placer.  

Salirse del camino

Ver lo invisible empezó a excitarme, las cosas que no se ven pueden ser eternas como aquella escena de curvas femeninas de luz y penumbra sobre la superficie de una roca. Una brisa de aire movió las flores, sobre las que se proyectaba la sombra de su mano apretando la de sus pechos. Un relato erótico para leer a oscuras.