Una habitación de motel y un sujetador en el suelo, un maridaje que evoca el de la impaciencia de los amantes dejándose guiar por los sentidos.
Una habitación de motel y un sujetador en el suelo, un maridaje que evoca el de la impaciencia de los amantes dejándose guiar por los sentidos.
A esos lugares, es mejor ir sin sujetador. El contacto es más excitante….
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