A medida que Julia avanzaba en su historia, en mi mente se confundían las imágenes de lo que era real y no lo era, su voz me trasportaba a aquella habitación de Colegio Mayor universitario, a la vez que sentía como su mano o su boca se turnaban en darme placer.
Categoría: Mujeres
Masquerade
Estas situaciones eran las que nos hacían perder la cabeza a Alba y a mí, no éramos de ese tipo de amantes de jueves en un motel de 8 a 10, jugábamos al límite, eso era lo que nos unía y nos ponía.
Una fuerza demasiado poderosa como para resistirse
La química sexual es una fuerza demasiado poderosa como para resistirse a ella, eso es lo que piensan Julia y Luis, una veinteañera y un hombre que acaba de cumplir los 50 cuyos encuentros son momentos de sexo caótico, salvaje y visceral.
La intensidad que te marca la urgencia
La pasión, la urgencia, el placer, el erotismo y la libertad de dos amantes con más de veinte años de diferencia.
Las confidencias de Lourdes
Sonreí y me dirigí al cuarto de baño, no es que tuviese ninguna necesidad pero empezaba a sentir un poco de humedad en mis braguitas. Ya dentro del cuarto de baño me quede mirando al espejo y me dije “pero que puta estás hecha”.
Las nuevas bragas de Alba
Un nuevo encuentro con Alba, los dos ya completamente entregados a la lujuria y al vicio. El morbo de excitarnos delante de su marido nos lleva a situaciones límite.
Creo que no me he equivocado
Había llegado ese momento en que dos personas notan que se están tocando, el contacto se prolonga hasta que se hace permanente, y los dos esperan a ver quién es el primero en separarse, gesto que delatará que ha prolongado el roce más allá de lo casual.
El grupo de Whatsapp
Descubrí un grupo de contactos por whatsapp muy especial gracias a un relato de una bloguera. Morbo, sexo e infidelidades a golpe de smartphone.
Con las bragas en el bolsillo
Aquí termina la trilogía de las bragas de Alba, una tarde de lujuria con una mujer casada que descubre los placeres del adulterio.
Con las bragas por el suelo
Segunda parte de mi historia con Alba. Un conjunto de lencería despierta en nosotros un morbo irrefrenable. La lujuria y el deseo nos controlan o mejor dicho nos descontrolan.