Un extracto de un relato que publique hace más de dos años. Sensualidad y erotismo para los nuevos lectores, y para quienes ya conocéis la saga de Julia.
Autor: solotulosabes
El baúl de los juguetes
Empezar este post con recordando ese momento de mi infancia, en el que mi madre, me ordenaba guardar mis juguetes en el baúl de los juguetes, sería mentir. Mi madre me dejo por imposible a eso de los 5 años, no llegamos a tener un baúl de los juguetes. Seguramente mi madre llegó a la conclusión que sería una inversión inútil, viendo la poca pasión por el orden de su vástago.
Movimientos
Alba fue mi primer personaje, el más loco y trasgresor. Este momento pertenece al cuarto relato "Las nuevas bragas de Alba" , uno de mis primeros relatos. Os invito a leerlo o releerlo.
Entre trazos de lápiz
La chica clavó su rodilla en el suelo, a la vez que la oscuridad y el silencio se adueñaron de la sala, tras uno o dos segundos un hilo de luz azul se reflejaba miles de puntos de purpurina que cubrían su cuerpo de curvas perfectas...
Un nuevo relato con guiños a nuestra cultura erótica.
Los tres juguetes eróticos más caros del mundo
Ella me enseño que un juguete adecuado, en el momento adecuado, nos hacía perder la noción del tiempo al igual que lo hacían aquellas muñecas de trapo, canicas o la pelota de nuestra infancia.
La seducción se viste de rojo
Así era la lógica imperturbable de la seducción, madre de la tentación que provoco el pecado original de la humanidad.
Estaciones
Sobre el negro azabache de la bandeja de pizarra un puñado de dados de queso curado, regados con un fino hilo de aceite de oliva, y tres uvas moradas de un aspecto carnoso, y a su lado, una copa de cristal fino y transparente sin ningún tipo de talla ni dibujo, tras el cual se apreciaba el [...]
Donde hay deseo se enciende una llama
Donde hay deseo se enciende una llama, y donde hay una llama, casi siempre, alguien está obligado a quemarse.
Traspasar la línea del negro sobre blanco
Carlos se acercó a mí, y me quitó las gafas de sol, ahora podía ver en mis ojos mis reacciones. La primera sorpresa que note fue su mano bajar por mi cintura, recorrer mis muslos hasta llegar donde la terminaba mí falda, para después deshacer el recorrido a la inversa pero esta vez por debajo de ella hasta llegar a mis braguitas.
Aromas de almizcle
Su pezón derecho aún estaba sensible por los pellizcos a los que lo habían sometido, sensibilidad que iba en aumento a medida que notaba como se endurecía. Desvió su mirada hacia el espejo, en el reflejo pudo ver aquel círculo de un rosa tenue que destacaba sobre su pecho desnudo de piel blanca.